Título original: From Russia with Love
Año: 1963
Duración: 115 min.
País: Reino Unido
Dirección: Terence Young
Guión: Richard Maibaum, Johanna Harwood
Con: Sean Connery, Robert Shaw, Daniela Bianchi, Lotte Lenya
Grado: B+
Reseña: Hugo C
Introducción
El entumecimiento estaba subiendo por el cuerpo de Bond. Sentía mucho frío. Alzó una mano para apartarse el mechón de pelo que le caía sobre la ceja derecha. No tenía tacto en los dedos. Le parecía que eran tan grandes como pepinos. La mano cayó pesadamente a su lado.
Respirar se volvió una tarea difícil. Bond inspiró hasta la máxima capacidad de sus pulmones.[…]
Giró lentamente sobre los talones y cayó cuan largo era sobre el piso color vino tinto.
Y así termina la novela. Vamos ahora con una historia.
Un día, hace muchos años, Sir Arthur Conan Doyle se hartó de Sherlock Holmes y decidió deshacerse de él. Es así que en la historia llamada "El problema final". Holmes y su archienemigo Moriarty caen a las cataratas de Reichenbach y mueren. Eventualmente, debido a la indignación de los lectores del Strand, a Conan Doyle no le quedó otra que resucitar a Holmes.
Algo parecido le sucedió a Ian Fleming con James Bond. Tras haber escrito tan sólo cuatro novelas del personaje, estimó que la cosa no daba para más y se dispuso a darle un cierre al asunto. La quinta novela se llamó From Russia with Love y en ella James Bond pasa a mejor vida. Tal como le sucedió a Conan Doyle, al cabo de un tiempo Fleming tuvo que dar marcha atrás y encontrar una manera de justificar el regreso de 007, que terminó volviendo en Dr. No, su sexta novela. Más allá de tantas idas y vueltas, From Russia with Love terminó resultando una de las mejores novelas de Fleming. Por esa razón, cuando Broccoli y Saltzman tuvieron que escoger el libro para su segunda película, no dudaron en elegirla.
Así que bien, aquí vamos con la película, aunque antes les termino de contar cómo es que el espía más famoso del mundo occidental logra eludir a la Parca.
En las últimas páginas de From Russia with Love vemos que Rosa Klebb consigue envenenar a 007 con sus zapatitos con punta de acero y éste cae al piso moribundo: todo se oscurece y Bond cae al piso, ya en los estertores de la muerte.
Sin embargo, al comienzo de la siguiente novela nos enteramos de que René Mathis –viejo conocido de Bond desde Casino Royale– es quien termina salvando la vida de Bond con un poco de RCP. De ahí vamos a la escena que ya vimos en la reseña anterior, en la que M obliga a 007 a cambiar la Beretta –que se le había atascado en plena confrontación con Klebb– por una Walther PPK. Ahora las cosas tienen un poco más de sentido, ¿verdad?
Como sea, ya basta de novelas y ocupémonos de la película de hoy. El presupuesto de From Russia with Love –conocida como Desde Rusia con amor en España y De Rusia con amor en Latinoamérica (excepto en México y Perú, donde se llamó El regreso del agente 007)– fue de dos millones de dólares, el doble del de su predecesora. Pero atención, no es que estuvieran tirando manteca al techo. Aún entonces, esa suma seguía siendo la de una película clase B.
Desde Rusia con amor, o el amor antes de Tinder
El argumento básico: una empleada de la embajada rusa en Estambul dice que se ha enamorado de James Bond y ofrece desertar trayendo como prueba de su amor una máquina descifradora de códigos llamada Lektor (llamada Spektor en la novela). En realidad, es parte de un plan de SPECTRE para destruir la reputación de 007 en retribución por haber arruinado los planes de su empleado, el satánico Dr. No. Y acá hay que aclarar una o dos cosas. O tres.
Una ya la he dicho, y es que en las novelas los acontecimientos de Dr. No tienen lugar luego de los de From Russia with Love. La segunda es que en su novela Julius No es cuentapropista, o sea que no es empleado por SPECTRE ni por nadie que no sea él mismo. Sí lo es en la película. La tercera es que From Russia with Love es de 1957, Dr. No de 1958 y SPECTRE recién aparece en 1961, en la novela Thunderball. La organización contra la que lucha Bond en From Russia with Love es SMERSH (en cirílico, СМЕРШ).
Pero claro, eso es con las novelas. En esta película, los guionistas reemplazan a SMERSH con SPECTRE, por un par de fotogramas se nos muestra a un tipo que acaricia un gato blanco y todos contentos.
Ya dije en la reseña anterior que Dr. No (1962) no es una película, sino más bien dos películas en una. From Russia with Love corre en sentido opuesto: la novela consta de dos secciones muy definidas, una que transcurre en Rusia, donde los esbirros de SMERSH traman la muerte de 007 y la destrucción del MI6, y otra que nos muestra a James Bond en la aventura propiamente dicha. La película minimiza la sección dedicada a Rusia y nos ofrece escena tras escena de Bond y Moneypenny, Bond y M, Bond y Kerim Bey, Bond y Tanya… evitando así darnos una película con poco protagonista y muchos secundarios, como las de la serie de la Pantera Rosa que hiciera Blake Edwards luego de la muerte de Peter Sellers.
Las escenas con Moneypenny y M son más de lo mismo, aunque con la más que bienvenida incorporación de Desmond Llewelyn, quien reemplaza a Peter Burton como el mayor Boothroyd, más conocido como Q. Todo bien con Burton, pero nadie dice "preste atención, 007" como el bueno de Desmond. Q le entrega a Bond un maletín, que no contiene sino que es el primer gadget de la serie. Lamentablemente, no resiste el menor análisis. Si bien la mayor parte de los contenidos están ocultos o disimulados (los cartuchos con balas, la bomba de humo disfrazada de talquera, el cuchillo, las 50 monedas de oro), ¡el rifle desarmable está a la vista! Uno abre el maletín, y ahí está el rifle desarmado. ¡El chisme permite ocultar las balas, pero no el rifle! Pero bueno, no se puede medir la película tan sólo por ese maletín trucado. Ya lo compensarán de sobra en la próxima película.
Sean Connery está más que aceptable en su papel de gigoló a sueldo de la corona británica y tan creíble como de costumbre, si no más, en las secuencias de acción, que son varias y tanto o más violentas que en Dr. No. Connery transmite tal aire de amenaza y confianza que uno se cree que es él, y no Bob Simmons, quien se enfrenta a Red Grant en el tren, al helicóptero a campo abierto, a la flotilla de lanchones en el mar, a Rosa Klebb en el cuarto de hotel. Los malos de turno –Robert Shaw, Lotte Lenya, Vladek Sheybal, Walter Gotell– son más que adecuadamente despreciables y el amigo descartable de 007 –Pedro Armendáriz, en su último trabajo– resulta simpático y querible, con su troja de hijos, su don de gentes y su oficina para todo uso, incluso el reproductivo.
Ahora bien, en cuanto a Daniela Bianchi como Tanya… ¿Una italiana haciendo de rusa? O peor aún, una italiana haciendo de rusa que a su vez (en el tren) hace de inglesa, ya que Bond hace pasar a Tanya por su esposa. La chica cumple adecuadamente su rol –que es, básicamente, el de casta muchacha devenida en prostituta a sueldo de SPECTRE aunque sin saber que se trata de SPECTRE. Es un papel que no requiere mucho: Bianchi se limita a respirar y verse bien con un piolín negro atado al pescuezo. Aunque, para no ser injusto, reconozco que también dice una palabra o dos, pero no es realmente la voz de Bianchi, ya que la doblan, que es lo que también hicieron con Ursula Andress en Dr. No.
From Russia with Love es una obra en construcción, algo que aún está mutando hasta llegar a su forma definitiva. Desde el vamos, continúan los cambios graduales. Por ejemplo, los títulos ya no vienen inmediatamente después de la secuencia del cañón de la pistola, sino que tenemos un breve introito con James Bond. Aunque no, no es James Bond sino un disfrazado que termina estrangulado por uno de los varios villanos de la película. También, al comienzo lo encontramos con una señora que había quedado de remanente de la película anterior. (La idea era hacer que Eunice Gayson apareciera unos minutos en cada película, como una especie de novia o rebusque más o menos fijo para que Bond no pareciera tan cabeza fresca. Pero la idea no prosperó.) Y por primera vez la apertura tiene un tema musical escrito específicamente para la película. Pero la metamorfosis aún no está completa: el tema inicial es la versión instrumental, y la versión vocal a cargo de Matt Monro queda para los créditos de cierre.
En cuanto a los diálogos, From Russia with Love contiene posiblemente los mejores de la serie. Por supuesto que para quien no maneje la lengua de Shakespeare con un mínimo de solvencia la experiencia variará según la calidad del doblaje o los subtítulos que le toquen en suerte, ya que en el mundo de 007 ni el gatito toma la leche ni el alumno escribe en el pizarrón.
La película se estrenó en octubre de 1963 y fue un éxito de público y crítica, recaudando 78 millones de dólares, o sea 39 veces su presupuesto original. Con semejante éxito de taquilla, nadie en su sano juicio podría haber dudado que James Bond regresaría en Goldfinger (1964).
Próximamente: 007 contra Goldfinger, o Por el oro baila el moro.
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