Editorial: Image
Año: 2015
Guion: Matt Hawkins y Bryan Hill
Dibujo: Isaac Goodhart
Reseña: Feme
Corrección: Sr. Trivias
El Martin Fierro cita: “Los hermanos sean unidos, porque esa es la ley primera. Tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos pelean los devoran los de ajuera”.
Cuando empecé a leer postal, lo primero que se me vino a la mente fue el salvaje y lejano oeste, ese que todos conocemos de las películas de John Wayne. Se estarán preguntando porque y la respuesta es muy simple: porque lo es.
La historia comienza con nuestro muchacho, un agente del servicio postal (supongo que de ahí viene el nombre del comic) y un pueblo que aparenta ser tranquilo llamado Edén, en donde el crimen es SEVERAMENTE CASTIGADO, que de jardín no tiene nada. Sus habitantes, personas tranquilas con un pasado turbulento conviven en paz y armonía; su gobernante, una persona que gobierna a base del miedo y del terror, una especie de dictadora. Edén es el típico pueblo que su historia esta marcada por violencia y corrupción, como típico país de cierto continente.
¿No les ha pasado que de repente están viviendo tranquilos, tu papa se vuelve medio loco y fanático religioso a la vez, te abandona, deja a cargo a tu madre como gobernante, y decide tomar venganza porque el pueblo lo quiso tratar de matar, porque te criaron como un debilucho y lo hace colgándote en un árbol y de repente gracias a tu síndrome de Asperger desarrollas habilidades?
De repente sucede algo que cambia la manera de actuar de nuestros personajes y los hace mostrar su instinto animal, diciendo a la mierda la Ley, poniendo en jaque las cuestiones morales y éticas de todos los habitantes formando alianzas que en el mundo real nunca pasarían. Mientras en “Langley, Virginia” sospechan que el pueblo no es lo suficientemente activo en su materia crimino-delictiva y deciden investigar a este supuesto padre. Gracias al discurso religioso bien vendido, el cazador se convierte en presa y sufre por lo que conocemos de las películas el famoso lavado de cerebro.
Así se va desarrollando una búsqueda de poder durante el desarrollo de la historia, es la típica situación de algunas películas, el expulsado del pueblo que no estaba con las ideas actuales vuelve en búsqueda de venganza con su sequito de seguidores y es capaz de hacer lo que sea por recuperarlo, de esto ya nos dimos cuenta, ¿no?
Postal esta marcado por crímenes de odio, redención, extremismo religioso junto a otras cosas. Los personajes son demasiado predecibles, con un estereotipo marcado. Las cuestiones morales y éticas hacen énfasis en el comportamiento de los personajes y por eso se puede empatizar con ellos, pero no por eso la historia no deja de ser buena. Puede que en los momentos importantes al dibujante le haya faltado algo de pasión, pero se puede dejar de lado. La historia parece forzada por momentos, tratando de convencernos de que es satisfactoria y lo logra por momentos, pero no lo suficiente.
Puntuación: 7/10
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