Editorial: DC
Año: 2019-20
Guion: Tim Seeley, Scott Snyder y otros
Dibujo: Kyle Higgins, Aaron Lopresti y otros
Reseña: Hugo C
Desde hace décadas la Marvel opera su línea de cómics alternativos, What If…, que podríamos traducir como, "¿Y si…?" donde los autores de la Casa de las Ideas usan el concepto de multiverso para postular otros finales para las historias ya contadas. ¿Y si Iron Man fuera un traidor? ¿Y si el Capitán América se postulase para presidente?, etcétera.
DC supo tener su versión, los Elseworlds, traducidos como "Otros mundos" en sus versiones castellanas, que nos mostraban a un Batman vampiro, a una Liga de la Justicia sin Superman, a un Superman criado en Rusia y demás. Eventualmente los Elseworlds dejaron de aparecer como tales, aunque de vez en cuando siguen habiendo historias alternativas, en este caso, las ambientadas en el "multiverso oscuro" del que es oriundo, por ejemplo, el Batman que ríe. (Entiéndase que el Batman que ríe es un Batman malo que se ríe todo el tiempo, mientras que el Batman que todos conocemos sólo se ríe de vez en cuando, por ejemplo, cuando se acuerda de un chiste.)
Fue así que en 2019 se editaron los cinco unitarios de Tales of the Dark Multiverse. Se trata de cinco historias, o, mejor dicho, cinco reescrituras de diversas historias de Batman, Superman, los Teen Titans, etcétera. El hecho de que se trate de un multiverso "oscuro" ya nos marca que la cosa no va a terminar bien. Superman muere y no resucita, Azrael se carga a Bruce Wayne, cosas así. El disfrute de estas historias depende de qué tanto uno conozca las historias originales, así que, por ejemplo, la reformulación del contrato de Judas es más bien críptico si uno no se leyó los correspondientes números de los Titanes.
Algo parecido pasa con la versión "todo mal" de Infinite Crisis, ya que la miniserie original ya venía sobremanera complicada desde el vamos. Aún así, cada fascículo incluye una breve introducción que cuenta la trama original hasta el momento en que la narración se desvía del sendero conocido, lo que ayuda un poco a evitar el colapso cerebral. Como en las historias alternativas de la Marvel, acá también la sangre corre a raudales y nadie tiene la vida asegurada. Además, los personajes de este "multiverso oscuro" son versiones distorsionadas de los que estamos acostumbrados a ver en el universo mensual, así que nadie se asuste o mortifique si Lois Lane se parece al Punisher o si Alfred se queda con el vuelto de los alfajores.
Hay un personaje que hace las veces de presentador de las historias, una especie de Monitor llamado Tempus Fuginaut, cuya sola mención distrae innecesariamente, si es que uno sabe una o dos palabras de latín. Las historias no están interconectadas, así que una puede terminar con el fin de universo o la muerte de toda la humanidad y la próxima nos muestra un mundito intacto (aunque no por mucho tiempo). Los dibujantes son correctos pero intercambiables, los guionistas cumplen con la premisa pero ni unos ni otros inventan la pólvora. Se deja leer, especialmente si uno está viajando en tren o colectivo y no tiene otra cosa a mano.
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